Tres consideraciones para gestionar gastos dentro de la empresa

Las empresas no suelen prestar mucha atención a los gastos indirectos, porque están centradas en la gestión de sus costos directos. Conocen cómo fijar los precios de su propia industria, de arriba a abajo. Sin embargo, pocos tienen los recursos internos, tiempo o experiencia para controlar los principales gastos indirectos o generales.
 

A continuación se enlistan tres sencillos pasos que le permitirán comenzar a gestionar de forma adecuada este tipo de gastos.

1. Profundizar en los gastos operativos, le permitirá detectar oportunidades que con el manejo adecuado, podrán convertirse en ahorros.

Si tomamos en cuenta que las empresas encuentran cada vez mayores dificultades para mantener su competitividad frente a la competencia, y por lo tanto su rentabilidad, valdría la pena enfocar la atención en rubros que tradicionalmente no son fundamentales en el balance de resultados de las organizaciones. Tal es el caso de los gastos operativos o gastos no estratégicos, que están vinculados con actividades de sostenimiento y apoyo a la operación fundamental de una empresa. Sin embargo, la gran mayoría de las organizaciones no dispone de los recursos necesarios para concentrar su atención en el análisis detallado de sus egresos no estratégicos, para lo cual, se recomienda acudir a una consultoría especializada en este tipo de gastos y, de ser posible, busque aquellas que incluyan dentro de su portafolio de servicios, garantías que eliminen los riesgos dentro de su empresa.

2. Olvide los arreglos rápidos y elimine el exceso de gasto en forma efectiva

Para lograr que una empresa funcione, sin importar su giro o tamaño, debe concentrar todo su esfuerzo en el negocio principal y utilizar al máximo los conocimientos y habilidades que aporta cada integrante de la organización. Cada vez es más común que, aún cuando estos elementos estén en perfecto orden, se necesite un esfuerzo extra para mantener la competitividad de una empresa. Este motivo ha generado presión entre los responsables de reducir los gastos generales y administrativos, quienes al mismo tiempo deben mantener la calidad y los niveles de servicio que se ofrecen. Aunque cada vez hay en el mercado más herramientas que aportan ayuda a las empresas para manejar sus gastos operativos, la realidad es que muchas siguen siendo soluciones tan superficiales o riesgosas, que terminan por incumplir sus metas en el largo plazo. Bien dice el dicho “zapatero a tus zapatos” y para realizar un análisis eficiente, que redunde directamente en ganancias extras a través del ahorro, no existe mejor solución que dejarlo en manos de expertos que se dediquen tiempo completo a esta tarea. De este modo, la empresa podrá seguir enfocando su mejor esfuerzo, al negocio principal. Una buena opción es ERA, que en casi 20 años, ha analizado más de 14,000 categorías de gasto, encontrando en la mayoría de los casos, un 20% de ahorro porcentual.

3. Saber qué se está comprando para saber cuánto se debe pagar

Los altos mandos de cualquier empresa generalmente no se involucran en los gastos operativos y, contrario a lo que sucede con las políticas que regulan el negocio principal, los gastos laterales pocas veces son controlados con el mismo rigor. Sobre todo porque se tiende a creer que los gastos en cuestión están bajo control, que lo que se paga es correcto, pues si no fuera así se estaría intentando cambiar. Sin embargo, al no conocer a profundidad las ofertas del mercado, no hay cambios en los servicios contratados y en consecuencia, no se encuentran ahorros.

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